Reclama las calles será una de las actividades programadas para la Criticona 2019. Una propuesta del colectivo GetafenBici para el encuentro bicicletero que se celebrará en Madrid del 25 al 28 de abril.
¿Recordamos la de 2015?
Una de las maneras que tienen las ciudades de acabar con el uso público de la calle es dar prioridad a los coches. No se trata sólo de que el coche sea un medio de transporte caro, privado, ruidoso, contaminante y con capacidad para matar, sino que, además, la circulación de vehículos es la justificación para que el espacio urbano quede imposibilitado para el juego, el paseo, la fiesta, el arte o, simplemente, para estar en la calle. Es natural que la calle sea para los coches y que no pueda ser para nada más.
Algunos grupos sociales se resisten a la privatización de las calles y a la obligatoriedad de las licencias municipales. Así ocurre que músicos, artesanos, vendedores ambulantes, mendigos, grafiteros, manifestantes… son apercibidos, corregidos, amenazados, amonestados, multados, denunciados y, si llega el caso, detenidos. Algunos días al año la autoridad municipal tolera verbenas, carnavales, sanfermines, nocheviejas y otras celebraciones colectivas que se resisten a entrar en la norma y conservan la memoria colectiva de cómo se puede habitar la calle de otra manera. Algunos lugares tales como el barrio Chino de Barcelona o el Rastro de Madrid son reductos marginales que utilizan la calle como espacio de socialidad y en los que el débil poder municipal, al no haber conseguido expulsar de la calle a jóvenes, inmigrantes, mendigos, niños, etc., debe ser reforzado con la colaboración de las fuerzas de orden público.
Por eso, en la Criticona de 2019, volveremos a reclamar las calles.